El foco (parte 4)
El uso del foco siempre tiene que ver con nuestra mirada personal. Está bien, tal vez se podría decir que el caso de Ansel Adams no es un buen ejemplo para compararlo con esa moda porque es un fotógrafo de paisajes, no de retratos, pero vemos en otros casos, como en fotografías de Sergio Larraín que el uso del foco puede ser utilizado incluso a la inversa.
Sergio Larraín
Hay una foto en particular de Sergio Larraín que me golpea cada vez que la veo, una foto que hizo en Sicilia que se nota está tomada desde abajo. En la imagen se ve una niña al lado izquierdo y al lado derecho se alcanzan a ver personas, un caballo y una calle que sube. Lo interesante de esa foto es justamente el uso del foco. Está clarísimo que la niña es la protagonista de la foto, pero él decide deliberadamente desenfocarla y dejar a foco toda la escena que está detrás. Justo lo contrario a lo que un fotógrafo que sigue la moda fotográfica haría. Esta toma nos invita de alguna manera a poner atención al entorno de la ciudad, qué es lo qué pasa, cuál es la historia que cuenta ese barrio, y aún así no perdemos la idea de la importancia que tiene la niña.
Experimentar con el enfoque puede ser una de las variables que esté faltando en el estilo de un fotógrafo o en la historia que está tratando de contar, es por eso que es importante entender que el foco no es una regla, a pesar que sí debemos ser consientes que es notorio cuando existe la intención de foco y no se logra. No se trata de que una foto es buena o es mala por su nitidez. El foco es un elemento del lenguaje fotográfico que nos va a ayudar a contar nuestra historia y ordenar nuestra imagen para potenciarla.

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